En el desarrollo de las ciudades o de su recualificación urbana existe un valor “ambiental” que es fundamental, y entre otras categorías que conforman este valor el paisaje cobra especialmente en los últimos tiempos una importancia cada vez mayor.
El paisaje tiene raíces históricas y culturales que lo convierten en uno de los campos mas estudiados y discutidos en el panorama internacional actual.
Su componente estético esta ligado de raíz a su naturaleza cultural, y lo convierte en un método de análisis versátil en el campo de la transformación antrópicas en general y urbana en particular.
Analizar a una ciudad y a su territorio circundante a través de la lectura del paisaje, implica capturar los valores objetivos como la morfología, la hidrología, la estructura urbana, no solo de manera cuantitativa, sino sobre todo sus cualidades culturales y sus implicancias espaciales.
Los espacios público colectivos, el parque urbano y su relación espacial con los limites de la ciudad, se convierten en lugares de la comprobación de sus cualidades físicas y significativas.
Los espacios públicos, que en sí mismo llevan la idea del paisaje, son valores colectivos de identidad, que sobreviven solamente si la población que los utiliza es consiente de su fundamental aporte.
Se deduce pues que el paisaje puede convertirse en la estructura de un proceso no solo físico, sino a la vez significativo, estético y re-cualificador de hábitat.
Pero las ciudades no son todas iguales y el método del paisaje no se aplica a todas las ciudades con la misma metodología.
Exploraremos las posibilidades especificas del paisaje patagónico como lo hemos estado desarrollando en los anteriores Encuentros, con los objetivos propios de patagoniaotra.
El paisaje tiene raíces históricas y culturales que lo convierten en uno de los campos mas estudiados y discutidos en el panorama internacional actual.
Su componente estético esta ligado de raíz a su naturaleza cultural, y lo convierte en un método de análisis versátil en el campo de la transformación antrópicas en general y urbana en particular.
Analizar a una ciudad y a su territorio circundante a través de la lectura del paisaje, implica capturar los valores objetivos como la morfología, la hidrología, la estructura urbana, no solo de manera cuantitativa, sino sobre todo sus cualidades culturales y sus implicancias espaciales.
Los espacios público colectivos, el parque urbano y su relación espacial con los limites de la ciudad, se convierten en lugares de la comprobación de sus cualidades físicas y significativas.
Los espacios públicos, que en sí mismo llevan la idea del paisaje, son valores colectivos de identidad, que sobreviven solamente si la población que los utiliza es consiente de su fundamental aporte.
Se deduce pues que el paisaje puede convertirse en la estructura de un proceso no solo físico, sino a la vez significativo, estético y re-cualificador de hábitat.
Pero las ciudades no son todas iguales y el método del paisaje no se aplica a todas las ciudades con la misma metodología.
Exploraremos las posibilidades especificas del paisaje patagónico como lo hemos estado desarrollando en los anteriores Encuentros, con los objetivos propios de patagoniaotra.